sábado, 29 de noviembre de 2014

Comentario de Platón (Razón intuitiva)

"-Finalmente, pienso, que podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo como es en sí y por sí, en su propio ámbito.
-Necesariamente.
-Después de lo cual concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce (...)"

El autor de este texto es Platón y pertenece a su obra Libro VII de La República, donde se muestra el diálogo entre Sócrates y su discípulo Glaucón. El tema central es la Teoría del Conocimiento. En concreto, se refiere al segundo grado del conocimiento inteligible, que denomina "razón intuitiva". Podemos afirmar esto en la siguiente frase extraída del texto; "Podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo como es en sí y por sí, en su propio ámbito".

En este fragmento hay una serie de términos que requieren explicación. Tal es el caso de "sol", al que Platón indentifica con la idea del bien. Cada idea participa de su inmediata superior y todas participan de la idea del bien. Esta idea es fundamental para todo el sistema filosófico platónico. La idea del bien es la fuente de inteligibilidad, de la esencia y del ser de las otras ideas y las cosas. Comprende a las demás ideas en un triple sentido: conteniéndolas en su seno, compenetrándose con ellas y comprendiendo todas sus perfecciones. Esta afirmación no se encuentra en Platón como una doctrina clara y expresa, pero puede deducirse. 

Cuando Platóan habla del "ámbito sensible" y de "primera morada" se refiere al mundo sensible, que es el que llega a conocer la mayoría de los mortales. Tiene las características de ser una copia del mundo inteligible, se conoce por los sentidos, sus cosas son un constante devenir y su relación con el mundo es de participación. Además, se estructura de forma jerárquica de menor a mayor grado de importancia: Materia prima del mundo, cuerpos de los hombres animales y plantas, almas inmortales, esferas celestes y alma del mundo. A pesar de ser el mundo sensible una copia del inteligible, contiene en sí algo de racional. Para explicar como se origina el mundo sensible, Platón acude a el mito del Demiurgo. El Demiurgo es una causa ordenadora que construye el mundo sensible a imagen del mundo de las ideas. En el proceso de construcción intervienen tres elementos: Demiurgo, que es una inteligencia ordenadora, constructora, diferente a las ideas e inferior a ellas, es eterno, bueno y poderoso y además es superior a todas las cosas sensibles; la Materia primera es aquello con lo que trabaja el Demiurgo, es eterna, indeterminada y actúa convirtiendo el desorden en orden; por último, las Ideas actúan como el modelo en el que se fija el Demiurgo para construir el mundo sensible, pero al ser una copia nunca será tan perfecto como el original.

Cuando Platón alude al término "sabiduría existente allí" se refiere al conocimiento sensible. Este conocimiento puede ser erróneo, inestable y carece de fundamentos sólidos. Además el conocimiento sensible tiene como objeto los elementos del mundo sensible y se subdivide en dos: conjetura y creencia. La conjetura es una sospecha que interpreta los reflejos y las sombras del mundo sensible. En este grado el hombre no conoce el mundo como reflejo del mundo de las ideas, solo se conocen las sombras de las sombras. La creencia es el grado en el que el alma ve los objetos sensibles pero no cae en la cuenta de que son una copia del mundo de las ideas.

Habiendo sido explicados los términos con claridad, pasamos a desarrollar el tema central del texto: la Teoría del Conocimiento. Para Platón el conocimiento es conocer lo universal. Distingue y contrapone dos formas de conocimiento: el sensible y el inteligible. Estas dos formas de conocimiento poseen características distintas y como previamente hemos explicado en conocimiento sensible, pasaremos directamente a explicar el inteligible, que excluye toda posibilidad de error, es estable y permanente y se basa en razones. Además tiene como objeto las ideas y las relaciones entre ellas. Al igual que el conocimiento sensible, se subdivide en dos grados: razón discursiva y razón intuitiva. La razón discursiva es el grado en el que el alma busca los objetos inteligibles apoyándose en los sensibles, pero aún no conoce las ideas. La razón intuitiva, el grado sobre el que habla el texto, es el que supera todos los demás y para llegar a él hay que seguir un proceso de ascenso denominado dialéctica y haber pasado por los anteriores grados. Según la teoría de la reminiscencia, Platón afirma que los seres sensibles imitan a las ideas y, puesto que son imágenes imperfectas de ellas, la visión de los seres sensibles puede suscitar el recuerdo de las ideas. Platón afirma que aprender es recordar lo olvidado.


En el texto de Platón se podrían hablar de otras ideas pero hemos destacado la Teoría del Conocimiento porque nos parece la más importante.

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